

El alumno aprende también a cambiar y adaptarse a las nuevas estructuras de un mundo cada vez más globalizado y a participar activamente en la transformación de su medio y su momento histórico.
Parte de sus conocimientos y experiencias previas y las usa para adquirir nuevos conocimientos, logrando así, la metacognición. Con este modelo, se aprende con la colaboración de todos y el alumno se convierte en un ser activo y dinámico, comprometido consigo mismo y con la sociedad, hasta convertirse en un profesional responsable.
En los Programas de Estudios le damos importancia al conocimiento científico actual, la capacidad psicológica de los alumnos y las demandas socioculturales del entorno. Propiciamos la formación de “esquemas mentales”, subordinando los conocimientos a la formación de estructuras y procedimientos para resolver problemas, pero consideramos las características de cada individuo y se les trata de forma particular para que cada quién asimile la experiencia educativa de manera personal, sabedores de que cada uno aprende de forma diferente y de acuerdo a sus propios patrones.